Desde muy chico, Esteban Palazzo tuvo muy claro su sueño: ser diseñador de automóviles. Aunque pocos creyeron en él y consideraron que era solo la pasión pasajera de un niño que comenzó a dibujar con apenas cuatro años, Esteban se aferró al objetivo y con el apoyo de su familia y de un profesor de Arte del colegio secundario, siguió adelante y alcanzó la cima en el mencionado rubro, convirtiéndose en uno de los diseñadores más importantes de la reconocida marca británica McLaren.

Ayer, después de cinco años y con una vasta experiencia, Esteban volvió Tucumán, su provincia natal, y se presentó en el Aula Magna de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Tucumán, donde lo recibió un anfiteatro lleno de talentos que admiran su trabajo y aspiran a ser como él. Con la humildad que lo caracteriza, destacó: “Contento por estar de vuelta acá devolviendo a la provincia lo que me dio. No hay mejor manera de hacerlo que con el espectacular capital humano que tenemos, que es la gente joven. Tucumán es mi familia, es la gente que tiene mi manera de ser, es parte de mi esencia”. 

Esteban Palazzo: Del niño que dibujaba autos a diseñador estrella de McLaren

Antes de llegar al más alto nivel, el diseñador tuvo que sortear obstáculos que lo fueron forjando como el gran profesional que es hoy. Apenas terminó el colegio, incursionó en la carrera de Ingeniería en la que duró tan solo cuatro meses. Fue en ese momento, en un domingo de asado familiar, cuando recién pudo contar que estaba a disgusto con la carrera porque que lo que realmente quería era diseñar autos. Tomando nota de este mensaje, su familia empezó a mover cielo y tierra. Puesto que en Tucumán y en Argentina no existía una carrera para tal fin, comenzaron a buscar opciones en el exterior. En ese punto se presentaron las dificultades económicas. Estados Unidos, Italia y Alemania resultaron muy costosos para la familia Palazzo, integrada ocho hijos. Tras un tiempo de averiguaciones apareció España como la opción más accesible. Luego de pensarlo y hablarlo con su familia, Esteban y su papá armaron las valijas y se trasladaron al Viejo Continente donde en tan solo cinco días su padre se volvió para cumplir con sus obligaciones y Esteban comenzó su gran aventura.

Con los miedos propios del caso, pero con su convicción como bandera, el diseñador siguió adelante. Una vez que concluyó sus estudios y con cierta trayectoria laboral sobre sus espaldas, un buen día la vida le presentó al director de McLaren, quien luego de una breve charla en Barcelona y después de más de diez días de analizar su portfolio, lo citó a una entrevista en la empresa y esa misma jornada, un 9 de julio, le ofreció el trabajo.

Desde ese momento, su vida cambió para siempre. Pasó más de una década en la empresa y contribuyó con más de diez diseños de lujo, convirtiéndose en uno de los grandes diseñadores de la firma. Pero el sueño de aquel niño tucumano, que nunca se fue de la cabeza de Esteban, despertó y le abrió paso a un nuevo desafío: la apertura de Palazzo Design Nation, su propia empresa de diseño de autos.

Ayer, en su calidad de emprendedor, habiendo dejado el lugar seguro y de prestigio en la automotriz inglesa, comentó: “Yo tenía que probar esto. Llega un punto en que uno tiene ambiciones personales para atender, y si no lo hace pueden convertirse en frustraciones. Creía que era el momento adecuado para dar el salto, diversificar el portfolio de automóviles que yo estaba diseñando. Me dediqué trece años a los súper deportivos y estoy ampliando mi trabajo”.

En ese sentido, el talentoso tucumano aconsejó “parar la máquina, acordarse de los comienzos y atender al chiquito que uno fue. Hay que mantener libertad a la hora de pensar”. 

Esteban Palazzo: Del niño que dibujaba autos a diseñador estrella de McLaren

McLaren: su marca a fuego

El tucumano pasó más de trece años en la firma. Entró como diseñador junior y se fue como un histórico de la marca. Según contó, fue una experiencia laboral y de vida que le permitió llegar a donde hoy está.

La resiliencia fue un gran aliado de Esteban en su estadía en McLaren. “Este trabajo requiere que estés al top todo el tiempo. No fue nada fácil. Hay mucho disfrute, pero también entrega, y muchas veces esa entrega pasa factura, lo cual te enseña a manejar las energías”.

Todos esos años le inculcaron aprendizajes no solo profesionales, sino también de vida. Entendió que “hay que aprender a caminar, a decir que sí y que no, a valorar el tiempo en familia y balancear la vida y el trabajo”. Asimismo, reconoció que “está bien asumir que no se puede estar todo el tiempo en lo más alto, sino que hay saber delegar y dar paso a los que vienen atrás”.

Esteban Palazzo: Del niño que dibujaba autos a diseñador estrella de McLaren

Su visión y valoración de Argentina

Durante la entrevista, Esteban se refirió a la Argentina, sus posibilidades y su valioso capital humano. Resaltó que el país es un terreno fértil “en lo físico y lo mental” y subrayó que “el capital humano es un tesoro valiosísimo”.

Posteriormente, añadió: “Este país tiene todo para ser una bomba mundial y creo que lo será en algún momento. A pesar de las dificultades tenemos empresas que son unicornios en el extranjero y referentes internacionales fuertes. Incluso hay gente que se anima a invertir sabiendo cómo está la situación”.

En este pasaje habló también de la situación académica de Tucumán. Desde su experiencia en diferentes universidades del mundo, valoró la educación local. Dijo que las exigencias son altas y que los títulos que otorgan las universidades tienen una gran aceptación en el mundo. No obstante, reconoció que “los métodos de enseñanza están un poco arcaicos y hay que modernizarlos sí o sí para darles las herramientas a los cerebros que sí tenemos”.

Consejos

Sobre el final de la entrevista, el diseñador afirmó que “el mundo da oportunidades constantemente” y para aprovecharlas aconsejó “abrir los oídos, no mirar tanto las pantallas, leer más y estudiar más y tener la mente ávida de ideas. Generar un terreno fértil en la cabeza para estar atento a lo que te rodea”.

Advirtió que las limitaciones siempre van a estar, pero consideró que a veces pueden actuar como estimulantes. “La gente que posterga el placer constantemente genera una necesidad que lo lleva a que, cuando ve la oportunidad, la agarra con uñas, dientes y nadie le saca. Es lo que pensé cuando entré a McLaren”, concluyó.

Autoridad de la UTN

En la ocasión, el decano de la UTN, Rubén Egea, valoró la presencia de Esteban Palazzo y expresó: “Muy contentos de recibir en nuestra casa al prestigioso diseñador. Se generó una expectativa importante y creemos que va a ser una inspiración para los jóvenes”.