El modelo de franquicias continúa consolidándose como una de las formas de inversión más atractivas en Argentina, impulsado por rubros que combinan alta demanda y capacidad de adaptación a los hábitos del consumidor. Según referentes del sector, las franquicias gastronómicas, de belleza y bienestar, e indumentaria son hoy las más rentables, gracias a su dinamismo comercial y resistencia frente a los vaivenes del mercado.

En el caso de la gastronomía, las franquicias de comida rápida, delivery y cafeterías encabezan el ranking de demanda. Con modelos de bajo costo operativo y fuerte orientación al consumo inmediato, se presentan como una opción ideal para quienes buscan ingresos estables y rápidos retornos. La conveniencia, la agilidad en la atención y los hábitos alimenticios actuales hacen de este sector un pilar del negocio franquiciado.

Por su parte, el sector de belleza y bienestar ha registrado un crecimiento sostenido, ocupando cada vez más locales comerciales, en especial con servicios de peluquería, estética de uñas y depilación. Estas franquicias responden a una demanda constante por el cuidado personal, especialmente entre un público dispuesto a invertir en imagen.

La indumentaria, en tanto, se mantiene como una opción sólida, atractiva para emprendedores interesados en el retail y la moda. Su fortaleza radica en la identificación del consumidor con las marcas, en un entorno donde la vestimenta también representa bienestar y pertenencia. Además, el rubro tiene la ventaja de no depender de productos perecederos, lo que reduce riesgos logísticos y financieros.

Invertir con criterio: la importancia del respaldo y la marca

Marcelo Bernardini, socio de Franquicias que Crecen, recomendó que antes de invertir se analicen factores estratégicos, en diálogo con el portal iProfesional. "Es crucial elegir una franquicia con una trayectoria comprobada, exitosa tanto en el ámbito local como internacional. Esto asegura un modelo de negocio validado y replicable", aseguró.

Uno de los puntos más valorados es el soporte que brinda el franquiciante, que debe incluir capacitación, asesoramiento continuo y acompañamiento operativo. También, una estrategia de marketing clara y adaptada a los mercados regionales es esencial para captar público y consolidar posicionamiento.

El éxito de una franquicia también depende de la ubicación y las condiciones del local. Zonas con alto tránsito peatonal o vehicular, como cercanías a centros comerciales o áreas residenciales densamente pobladas, son clave. Además, deben ofrecer accesibilidad, buen estado edilicio y estar alineadas estéticamente con la imagen de marca.

Según Bernardini, "el local debe permitir una circulación fluida, tener instalaciones seguras y responder a las exigencias operativas de la franquicia. La coherencia visual con el resto de las sucursales también es fundamental".

¿Cuánto cuesta una franquicia?

La inversión inicial varía según el rubro. En gastronomía, los valores rondan entre u$s 29.000 y u$s 33.000, siendo una opción accesible aunque con una carga operativa exigente. Las franquicias de indumentaria requieren entre u$s 50.000 y u$s 60.000, debido al stock y la infraestructura. Las de servicios, por su parte, oscilan entre u$s 35.000 y u$s 60.000, dependiendo del equipamiento necesario.

¿Dónde conviene invertir?

Aunque Buenos Aires sigue siendo el epicentro del sistema de franquicias, las ciudades del interior –como Tucumán, Córdoba y Rosario– se posicionan como polos emergentes. Los costos más bajos, menor saturación de marcas y nuevos desarrollos urbanos representan oportunidades ideales para quienes buscan exclusividad territorial y menor competencia.

Nuevas tendencias: franquicias para inversores pasivos

Una tendencia en alza es la de las franquicias dirigidas a inversores pasivos, que prefieren un modelo de negocio estructurado y con mínima intervención en la gestión diaria. Este tipo de franquicias –con sistemas productivos centralizados y delegados– resultan atractivas en un contexto donde cada vez más personas buscan ingresos estables con bajo involucramiento operativo.

Bernardini lo resume así: "Este tipo de modelo responde al interés por alternativas rentables, seguras y con baja exposición a las fluctuaciones del mercado financiero".