Durante el primer semestre de 2025, los hogares encabezados por profesionales y ejecutivos experimentaron una inflación superior a la promedio, de acuerdo con el informe elaborado por la Universidad del CEMA. La denominada Canasta del Profesional Ejecutivo (CPE) —que releva consumos característicos de los sectores medios-altos urbanos— mostró aumentos significativos en rubros clave como vivienda, alimentos, movilidad y educación.

El análisis incluye productos y servicios que integran el estilo de vida de quienes ocupan cargos gerenciales y directivos. En ese marco, el mayor impacto se registró en el rubro alquiler y mantenimiento del hogar, con incrementos por encima del promedio, a los que se sumaron subas en servicios públicos como electricidad, agua y otros vinculados a la vivienda.

Los alimentos y bebidas también lideraron la escalada de precios. El relevamiento señaló alzas destacadas en carnes, verduras y lácteos, junto con un aumento considerable en bebidas no alcohólicas. Este rubro mantiene un peso relevante dentro del presupuesto mensual de estos hogares.

En cuanto a indumentaria y calzado, se observaron aumentos significativos tanto en prendas masculinas como femeninas, además de accesorios. El consumidor ejecutivo diversificó sus opciones de compra, buscando mejores relaciones entre precio, calidad y servicio.

Otro punto crítico fue el transporte. Combustibles, peajes y seguros subieron de manera sostenida, al igual que los costos asociados a la compra y mantenimiento de vehículos, superando en muchos casos la inflación general. Los traslados urbanos también sufrieron ajustes considerables.

La educación privada ocupó un lugar central dentro del gasto fijo mensual. Las cuotas de colegios, universidades y actividades extracurriculares aumentaron en forma sostenida, impactando en la estructura del gasto familiar.

El informe también detectó aumentos importantes en salud y seguros médicos. Prepagas, medicamentos y consultas marcaron subas que, si bien exigieron un mayor esfuerzo presupuestario, no derivaron en una reducción de coberturas o prestaciones.

En materia de recreación, los consumos relacionados con deportes, viajes, gastronomía y servicios culturales se mantuvieron elevados, aunque condicionados por el contexto inflacionario. Aun así, las actividades recreativas siguen ocupando una porción destacada del gasto ejecutivo.

Tecnología y comunicaciones también mostraron ajustes. Telefonía celular, internet, televisión paga y renovación de dispositivos registraron subas superiores al promedio. La constante demanda profesional por conectividad incidió en el aumento de este gasto.

Finalmente, los servicios personales —como gimnasios, clubes, estética y plataformas digitales— también se encarecieron, aunque representan una porción menor del presupuesto total.

Inflación ejecutiva: la canasta de profesionales y gerentes subió por encima del promedio en 2025

Según el informe del CEMA, los rubros con mayor peso dentro de la canasta fueron vivienda, alimentación y educación, seguidos por movilidad y salud. Aunque la estructura porcentual del consumo se mantuvo estable, el gasto total aumentó en términos absolutos por efecto de la inflación.

El estudio —utilizado por empresas, sindicatos y consultoras— se consolida como un indicador clave para entender el comportamiento de precios en los segmentos de ingreso medio y alto. También permite identificar cómo la inflación afecta de forma diferenciada a estos hogares según su composición y prioridades.