Tucumán bajo presión fiscal: las transferencias nacionales se desplomaron 24,3% en términos reales
La provincia sufrió una caída significativa en sus ingresos por coparticipación y otros recursos nacionales durante mayo de 2025, reflejo de un escenario complejo que afecta a todo el NOA.
Tucumán registró en mayo de 2025 una caída del 24,3% interanual en términos reales en las transferencias de origen nacional, de acuerdo al último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Este desplome representa uno de los peores desempeños fiscales recientes y se inscribe en un patrón generalizado en el Noroeste Argentino (NOA), donde todas las provincias mostraron deterioro en sus ingresos nacionales.
En el caso puntual de Tucumán, la merma se da en un contexto de alta dependencia de los recursos coparticipables, que representan más de la mitad de su recaudación total. La situación no es exclusiva: provincias como Santiago del Estero, Jujuy y Catamarca también mostraron caídas superiores al 23%, afectando seriamente su capacidad de financiamiento.
A nivel regional, Salta fue la provincia con la menor caída en términos reales (-19,9%), mientras que Río Negro lideró la baja con un 26,5%, aunque con una estructura fiscal menos dependiente de la coparticipación. En el promedio nacional, los recursos de origen nacional cayeron un 23,3%, mientras que la coparticipación específica se desplomó 26,2%, marcando una tendencia homogénea de deterioro en todo el país.
El informe detalla que el derrumbe responde, en parte, a una base de comparación excepcionalmente alta en mayo de 2024, producto de los efectos de la devaluación de diciembre de 2023, que infló los saldos del Impuesto a las Ganancias para empresas con activos dolarizados. No obstante, el impacto actual pone en jaque las finanzas de las provincias más dependientes del flujo federal.
Los dos principales motores del esquema de coparticipación, el Impuesto a las Ganancias y el IVA, mostraron señales negativas. En mayo, Ganancias cayó un 39,8% y el IVA un 1,0% en términos reales, lo que agrava el cuadro para las arcas provinciales. Esta combinación representa un escenario complejo para la planificación fiscal local, especialmente en jurisdicciones con escasa capacidad de generar recursos propios.
A nivel nacional, la recaudación total mostró una caída menos abrupta que la de las transferencias a provincias, gracias a la persistencia de tributos no coparticipables como el Impuesto PAIS y los derechos de exportación. Sin embargo, estos recursos, que ayudaron a sostener la caja del Estado nacional, no son compartidos con las provincias, generando una brecha de ingresos que acentúa la desigualdad en el federalismo fiscal argentino.
La proyección para los próximos meses muestra un potencial rebote estadístico por la baja base de comparación, especialmente en junio. Sin embargo, el informe de CEPA advierte que el futuro inmediato dependerá de la evolución de los tributos coparticipables y de la recuperación de la actividad económica.
En síntesis, el derrumbe de las transferencias nacionales en mayo expone una vulnerabilidad estructural en la arquitectura fiscal del país, y Tucumán -como buena parte del NOA- aparece entre los distritos más comprometidos. Frente a este panorama, se renuevan los reclamos por una revisión del sistema de reparto y mayor autonomía tributaria para las provincias del interior.