El secretario general de SMATA Tucumán, Luis Diarte, expresó su profunda preocupación por la situación crítica que atraviesa la industria automotriz, con especial foco en la planta de Scania, y advirtió sobre las consecuencias que está teniendo la política económica del gobierno nacional sobre el sector industrial argentino.

En diálogo con FM La Tucumana 95.9, Diarte destacó que esta semana, entre el 16 y el 22 de junio, la planta de Scania cerró la producción, manteniendo a los trabajadores cobrando el 75% de su salario. “Vemos con mucha preocupación el tema de la industria nacional y la industria automotriz”, sostuvo.

El dirigente sindical subrayó que ya se perdieron 30.000 puestos de trabajo en todo el país, y que las terminales automotrices están funcionando apenas al 60% de su capacidad. “Tenés prácticamente un 40% de la capacidad ociosa”, remarcó, añadiendo que la situación se agrava debido a la apertura de importaciones implementada por el gobierno de Javier Milei.

Diarte fue contundente al señalar que “este modelo va a terminar destruyendo la industria nacional”, y explicó que los sectores más vulnerables frente a esta política son los de textiles, cuero y automotrices, que ya están viendo cómo se pierden puestos de trabajo ante la llegada de productos importados.

A esto se suma el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores. “Lamentablemente, no nos alcanza”, expresó el titular de SMATA, quien recordó que en Tucumán el sindicato tiene seis convenios colectivos y que varios de ellos están por debajo de la línea de pobreza. “Una familia tipo, con cuatro integrantes, tiene que ganar un millón cien mil pesos para no ser pobre”, enfatizó.

Diarte cerró su intervención con una fuerte crítica al modelo económico del gobierno nacional, dejando en claro que la combinación de apertura comercial, caída de la producción y pérdida salarial “está dejando a miles de trabajadores en una situación límite”.