En un intento por frenar la sangría de empleos en la industria del calzado, la empresa Topper acordó con la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra) una reducción de la jornada laboral en su planta de Aguilares, medida que implicará también un recorte salarial. La iniciativa busca preservar puestos de trabajo en un contexto adverso signado por la apertura de importaciones, la caída del consumo y la creciente presión de los costos operativos.

Desde marzo de 2024, según el gremio, la planta tucumana -una de las más grandes del rubro en el país- ya sufrió la desvinculación de 156 empleados. Para evitar nuevas cesantías, las partes consensuaron una readecuación temporal del esquema de trabajo que regirá hasta febrero de 2026.

El nuevo cronograma contempla jornadas laborales de lunes a viernes, con la eliminación del sábado como día hábil, y la supresión alternada del viernes semana de por medio. Este ajuste impactará directamente en los ingresos de los trabajadores, pero se presenta como una salida “prudente” frente a un panorama cada vez más crítico.

“Un poco de oxígeno”

“Estaban en riesgo entre 300 y 350 puestos de trabajo. Como medida, esto era lo más justo y prudente. Así conseguimos un poco de oxígeno”, señaló al diario LA GACETA Jorge Fugaracho, delegado regional de Uticra, quien expresó su preocupación por el futuro de la planta y del sector a nivel nacional.

Fugaracho atribuyó la crisis a la apertura de importaciones, la reducción de aranceles y el deterioro de la demanda interna: “Los ha despedazado a todos. Esto nos lleva a preguntarnos dónde estamos parados. No esperemos que esto siga así y después tengamos que andar quemando goma, como en los viejos tiempos”.

El gremio pidió la urgente intervención de los gobiernos nacional, provincial y municipal para sostener la actividad industrial y proteger el empleo en Tucumán. “¿Qué va a pasar si Topper nos dice que le sale más barato comprar afuera y cierra las puertas en Aguilares?”, advirtió el dirigente.

Declaración oficial

Topper, mediante un comunicado, confirmó el acuerdo con Uticra y explicó que la decisión busca “garantizar y sostener los puestos de trabajo” en un “mercado cada vez más competitivo y desafiante que ha llevado a restablecer los esquemas de producción”.

La empresa -que emplea actualmente a más de 850 personas en la planta tucumana, ex Alpargatas- advirtió que la competencia con productos importados desde Oriente y los costos internos representan un desafío estructural para la industria argentina. “Es imperioso trabajar en conjunto con el Gobierno para reducir los costos asociados y lograr mayor eficiencia y competitividad”, remarcó.

Gestión sindical ante el Gobierno

En medio de la crisis, dirigentes sindicales se trasladaron a La Cocha para plantear la situación directamente al gobernador Osvaldo Jaldo, quien participaba de un acto oficial. “Pudimos interactuar con él y nos dijo que existía la posibilidad de reunirnos. Además, el lunes nos presentaremos en la Legislatura”, confirmó Fugaracho.

El conflicto en Topper se suma a un escenario complejo para el sector industrial en Tucumán, donde diversas actividades manufactureras atraviesan recortes, suspensiones o cierres parciales ante un entorno macroeconómico adverso.