Desde hace pocos días, los automovilistas que circulan por la avenida Mate de Luna y Ejército del Norte, en San Miguel de Tucumán, pueden observar dos surtidores de autodespacho en la estación de servicio YPF. Aún no están habilitados, pero su sola presencia ya generó polémica: mientras algunos ven una oportunidad de modernización, otros alertan sobre los riesgos de esta modalidad.

En ese contexto, la semana pasada ingresó a la Legislatura provincial un proyecto de ley que busca prohibir “la aplicación de la modalidad de autodespacho, como también cualquier otra modalidad de carga que no sea realizada por personal capacitado para la ejecución, en cualquier horario”. La propuesta fue presentada por el legislador Claudio Viña (Compromiso Tucumán), con el acompañamiento de la radical Raquel Nievas (Trabajando por Tucumán), y apunta a limitar esta práctica tanto para combustibles líquidos como para GNC.

En los fundamentos de la iniciativa, Viña advirtió: “Esta iniciativa se sustenta en razones prioritarias de seguridad para las personas, el ambiente y el patrimonio material. La manipulación de hidrocarburos líquidos tales como naftas y gasoil conlleva riesgos inherentes de inflamabilidad, explosión, inhalación de vapores tóxicos y derrames, que deben ser controlados exclusivamente por personal capacitado, equipado y entrenado para tales fines”. El legislador también citó antecedentes de accidentes graves ocurridos por errores humanos en contextos de carga sin supervisión.

Sin embargo, esa mirada fue refutada por el presidente de la Cámara de Comerciantes Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), Sebastián Vargiu, quien en diálogo con Norte Económico manifestó su rechazo a la propuesta legislativa. “Desde Capega, como institución, apoyamos el autodespacho en las estaciones de servicio. Es un sistema ampliamente utilizado en todo el mundo”, remarcó.

Vargiu explicó que YPF inició la implementación de esta modalidad en estaciones bajo su administración directa, con el objetivo de extenderla progresivamente a las casi 1.700 estaciones de servicio que tiene la empresa en el país. “Hay diferentes tipologías de estaciones: algunas serán exclusivamente de autodespacho y otras tendrán esquemas mixtos, conviviendo con la atención tradicional de manera permanente o en horarios nocturnos y fines de semana”, detalló.

En defensa del modelo, el titular de Capega añadió: “En Estados Unidos, los establecimientos que venden combustibles son casi en su totalidad de autodespacho. Se producen muy pocos accidentes en la carga de combustible, y teniendo en cuenta que hay más de 150.000 estaciones funcionando así, no está demostrado que aumente la siniestralidad respecto del despacho tradicional”.

Además de los argumentos técnicos, Vargiu subrayó los beneficios económicos que el sistema puede ofrecer a los usuarios: “El autodespacho permite cargar combustible a un precio diferencial, con importantes descuentos según la franja horaria y los medios de pago utilizados”.

Mientras tanto, Tucumán se convierte en una de las primeras provincias del norte argentino en poner en marcha este modelo que ya funciona con éxito en Estados Unidos y Europa. Comodidad, agilidad y modernización al servicio del usuario, aunque no sin resistencias. El futuro de las estaciones de servicio está en disputa… y el debate ya arrancó en la Legislatura.