En un fallo sin precedentes para el ámbito empresarial y de consumo, el Juzgado en lo Civil y Comercial N°6 de Mar del Plata condenó a Telecom Argentina a pagar más de $865 millones a un cliente que sufrió durante tres años descuentos indebidos, servicios no contratados y bloqueos arbitrarios al intentar cambiar de compañía.

La jueza Gabriela De Sábato fue contundente en su sentencia: calificó el accionar de Telecom —titular del servicio de telefonía móvil Personal— como un “trato vejatorio”, en el marco de una “inconducta grave” que implicó “un camino tedioso, indigno y humillante” para el consumidor.

El caso se remonta a 2016, cuando el usuario inició su reclamo tras reiteradas irregularidades contractuales. A lo largo de tres años, llegó a presentar 36 pedidos formales sin obtener solución alguna por parte de la compañía. El conflicto escaló hasta la vía judicial, donde el tribunal resolvió aplicar una multa ejemplificadora por daño punitivo equivalente a 500 canastas básicas tipo 3 del INDEC, es decir, más de $593 millones, además de US$12.000 por daño moral, costas judiciales y honorarios legales, lo que eleva la indemnización total a $865.658.292.

Además de resarcir económicamente al damnificado, el fallo busca enviar una señal fuerte al mercado: la jueza advirtió que la empresa “pudo haber revertido su postura en una audiencia de conciliación, pero no presentó propuesta alguna”, lo que profundizó la responsabilidad empresarial en el litigio.

Impacto jurídico y empresarial

La sentencia representa una de las condenas económicas más altas en la historia de la defensa del consumidor argentino y podría marcar un punto de inflexión en la relación entre grandes compañías de servicios y sus usuarios.

Para el ecosistema empresarial, el fallo reaviva el debate sobre la gestión de atención al cliente, la ética comercial y la necesidad de alinearse con los estándares de trato digno y transparencia exigidos por la Ley de Defensa del Consumidor.

En tiempos en que la digitalización de los servicios y la concentración del mercado de telecomunicaciones son cada vez más marcadas, este caso interpela directamente a las empresas sobre la calidad del servicio posventa, los canales de reclamo y el respeto a los derechos básicos del usuario.

Fuente: InfoZona