El ají, un cultivo hortícola originario de América, está emergiendo como una nueva oportunidad en la agricultura de Tucumán, gracias a los esfuerzos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los productores locales. Este pimiento picante, parte de la familia Solanácea, se ha ganado un lugar en cocinas de todo el mundo, especialmente en la asiática, mexicana y andina, gracias a su picante distintivo y su versatilidad en colores, aromas, sabores y tamaños.

Lo que hace que el ají sea aún más interesante es su capacidad de adaptación a las condiciones locales y su idoneidad para pequeños y medianos agricultores como un complemento a otros cultivos, como hortalizas, plantas aromáticas o tabaco. Durante más de una década, los productores de Salta y San Juan han aprovechado estas características, integrando con éxito el ají en sus sistemas de cultivo.

En 2022, el INTA Famaillá inició un proyecto de evaluación de cultivo de ají en Tucumán en el marco del Proyecto Estructurador PEI O59 "Innovación tecnológica, social y ambiental de los sistemas productivos agrícolas en la Región" y del PD I127 "Mejoramiento genético de hortalizas, ornamentales, aromáticas y medicinales". Esto marcó el comienzo de redes de ensayos de adaptación en diferentes departamentos de la provincia, incluyendo Leales, Simoca, Monteros, Lules, Villa Belgrano, La Invernada, Bella Vista, Campo Herrera, Famaillá y Las Talitas.

Según el INTA, el ají picante presenta una nueva alternativa productiva en Tucumán

La Ingeniera Agrónoma María Teresa Fernández, del Grupo de Frutihorticultura del EEA Famaillá, advirtió sobre los buenos resultados obtenidos en la primera campaña. En este sentido, para el 2023 la propuesta es instalar parcelas demostrativas en terrenos pertenecientes a cooperativas de productores vinculadas a agencias de extensión rural.

En estas parcelas se evaluará la adaptación de 5 variedades de ají para consumo fresco y molido en diferentes condiciones agroecológicas, tomando en cuenta la incidencia de plagas y enfermedades, el grado de picante, el rendimiento, las formas de deshidratación y las opciones de valor agregado.

Según informaron desde el INTA, las actividades irán acompañadas de asistencia técnica y capacitaciones para mostrar los avances del cultivo en la provincia.