La situación del mercado de cítricos en Tucumán alcanzó un punto crítico, reflejando un aumento alarmante en los precios que afecta tanto a los consumidores como a los productores locales. En la última semana, el precio del limón se disparó un 100%, pasando de 500-600 pesos por docena a 1.000 pesos, mientras que otros cítricos como la naranja y el pomelo también registraron incrementos significativos.

El aumento de precios se atribuye a una combinación de factores que incluyen la escasez de oferta, problemas climáticos, y cambios en la producción a nivel global. El sector del limón ha sido particularmente golpeado, con muchos productores en Tucumán abandonando sus cultivos debido a precios históricamente bajos, lo que reduce drásticamente la disponibilidad de fruta para el consumo fresco.

La crisis comienza con la escasez de oferta que afecta tanto la producción nacional como internacional. En cuanto a la naranja, la producción destinada a jugos ha disminuido notablemente a nivel global, especialmente en Estados Unidos, donde se arrancaron más de 200.000 hectáreas en los últimos 20 años. Este cambio generó una mayor demanda en otros mercados, como el argentino, que ha llevado a las fábricas a comprar grandes cantidades de naranja, dejando poco stock para el consumo fresco.

Impacto climático

El clima también ha jugado un papel decisivo. Las heladas de este año afectaron la producción de limón para el verano, reduciendo aún más la cantidad de fruta disponible. Esta situación, combinada con una demanda sostenida, ha llevado a un incremento incontrolado en los precios de los cítricos.

“Veníamos con sobrantes de limón todos estos años. Pero este año hubo una muy mala floración. Lo que está faltando es esa producción que va de octubre a marzo, de fruta de verano. Entonces, podemos afirmar que la provisión de limón entre este mes y febrero o marzo va a ser baja y eso va a traccionar a que los precios se eleven” expresó, en diálogo con Los Primeros, Hernán Salas, director asistente en Tecnología de Investigación Agropecuaria de la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC).

En este sentido, las perspectivas de los próximos meses no son alentadoras. Se espera que los precios se mantengan elevados hasta que comience la nueva temporada en abril de 2025. Sin embargo, incluso con la nueva cosecha, los precios probablemente seguirán en niveles más altos en comparación con años anteriores debido a la persistente escasez.

Este escenario presenta tanto desafíos como oportunidades para los productores locales. Aquellos que inviertan en mejoras tecnológicas y logren cumplir con los estándares de exportación podrían beneficiarse de precios más altos en mercados internacionales. 

Por otro lado, los productores que dependen exclusivamente del mercado interno enfrentan una situación más complicada, ya que la exportación de fruta que no cumple con los requisitos de calidad puede inundar el mercado local, perjudicando aún más su rentabilidad. De igual modo, según Salas, “el productor no puede hablar de crisis porque con estos precios del limón se pagan todos los costos”.