La caña de azúcar gana terreno en Tucumán: crece su superficie a costa del citrus y los granos
Un relevamiento de la EEAOC revela un avance sostenido del cultivo cañero en áreas antes dedicadas a otras actividades agrícolas.
Tucumán continúa consolidando su perfil agroindustrial cañero. Así lo demuestra el último relevamiento realizado por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), que estima un crecimiento del 1,5% en la superficie cosechable de caña de azúcar para la zafra 2025, lo que representa unas 4.460 nuevas hectáreas incorporadas en comparación con la campaña anterior.
El dato no es menor: muchas de estas hectáreas corresponden a lotes que antes estaban destinados a cultivos de citrus y granos, marcando una tendencia que ya se viene observando en zafras previas y que se acentúa en este nuevo ciclo. El estudio de la EEAOC destaca este fenómeno con claridad, identificando nuevas plantaciones cañeras dentro de áreas tradicionalmente citrícolas y graneras, especialmente en los departamentos Burruyacu, Cruz Alta, Leales, Graneros y La Cocha.
Con estos datos, la superficie neta cosechable con caña en Tucumán alcanza las 298.930 hectáreas, cifra que se eleva a 301.770 hectáreas si se incluyen los cultivos limítrofes ubicados en Santiago del Estero y Catamarca. Este crecimiento no solo responde a factores económicos -como la rentabilidad comparativa-, sino también a condiciones climáticas y tecnológicas que han favorecido al cultivo cañero.
Condiciones climáticas irregulares, pero con buen final
El ciclo productivo 2024/2025 se caracterizó por una notable variabilidad climática. A pesar de una primavera lluviosa que complicó la cosecha anterior, el inicio del desarrollo vegetativo fue positivo, con excelente brotación y crecimiento, en parte gracias a nuevas variedades de alta productividad y a prácticas agronómicas mejoradas.
Durante el verano, sin embargo, las lluvias fueron escasas y desiguales, y se registraron olas de calor que afectaron el crecimiento de los tallos, reduciendo su altura y peso. El otoño trajo lluvias más regulares, aunque también provocó vuelcos en grandes superficies de cañaverales. Pese a ello, la calidad de la caña -medida en términos de Pol % y pureza %- registró los mejores valores de los últimos cinco años, augurando una buena base para el inicio de la zafra.
Producción estimada: 18,5 millones de toneladas
Con base en imágenes satelitales Sentinel 2 y relevamientos de campo realizados entre enero y mayo, la EEAOC estima que la producción total de caña bruta en Tucumán alcanzará los 19,2 millones de toneladas, de las cuales 18,5 millones estarían disponibles como materia prima para la industria, una vez descontada la caña destinada a semilla.
Si bien esta cifra representa un volumen considerable, es inferior a la estimación del año pasado, lo cual se atribuye a los efectos negativos del clima sobre el desarrollo de los cañaverales.
Un cambio estructural en el agro tucumano
Más allá de los números puntuales, el informe de la EEAOC confirma un proceso estructural en el agro tucumano: la caña de azúcar continúa expandiéndose y desplazando otras producciones agrícolas, en especial el citrus y los granos. Este fenómeno tiene múltiples causas, entre ellas:
- La rentabilidad sostenida del cultivo de caña, especialmente con variedades de alto rendimiento y demanda constante del sector industrial.
- El deterioro de los precios internacionales del limón y otros cítricos, que impacta directamente en los márgenes de los productores.
- Factores climáticos y edáficos que hacen más viable el cultivo de caña en ciertas zonas del este y sur provincial.
En un contexto donde las decisiones productivas están fuertemente influidas por el acceso al agua, el manejo de los suelos y las condiciones del mercado, la caña de azúcar se reafirma como un cultivo de peso estratégico para Tucumán.