A poco más de 30 días del comienzo de la Zafra 2024, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) publicó su ya tradicional Informe de Estimación de superficie cosechable y producción de caña de azúcar, buscando dar previsibilidad al sector sucroalcoholero. El estudio arrojó que habrá 294.470 hectáreas cultivables, es decir, 5,58 por ciento más que en 2023, y 19.700.000 de toneladas de materia prima bruta destinada a molienda. En base a esto, el ingeniero Jorge Scandaliaris, perteneciente a la EEAOC, subrayó que el escenario es altamente positivo y opinó que “es una oportunidad para abordar nuevos mercados”.

“En toda actividad es bueno tener una estimación lo más aproximada posible. Esto cabe perfectamente para la agroindustria de la caña. Te permite ver cómo preparar la fábrica, los pasos a seguir, el aspecto comercial, a qué mercados apuntar, etc. Si uno no sabe, es como un barco a la deriva”, dijo el profesional en diálogo con Norte Económico.  

La Zafra 2024 es una buena oportunidad para abordar nuevos mercados

El ingeniero aseguró que “hay un panorama internacional interesante” para el mercado argentino teniendo en cuenta que los análisis realizados entre 2022 y 2023 mostraron que hay fuertes probabilidades de que el consumo mundial de azúcar incremente, tanto por el crecimiento poblacional como por el repunte en el consumo del producto.

Al respecto, indicó que “Eso, sumado a problemas productivos en ciertas regiones, al mayor uso de alcohol como combustible, hace que tengamos una demanda probable de 176,4 millones de toneladas, y la producción está en 174 millones, esa previsión hace que los precios sean relativamente buenos, lo cual es una oportunidad para algunos países”.

En tal sentido, analizó que es un buen momento para que un productor como Argentina vuelque parte de su elaboración al mercado internacional e indicó que la mayor producción asociada a la posibilidad de nuevos mercados puede llevar a un equilibrio. “Hay que seguir con un mercado de azúcar interno equilibrado que permita que los precios no se caigan y que tampoco que la rentabilidad del productor se caiga. En promedio,el productor va a tener mayor producción y si no se caen demasiado los precios, va a tener más rentabilidad”, explicó.

Según Scandaliaris, se trata de un panorama positivo económicamente hablando puesto que manejar más volumen de caña y producir más alcohol y azúcar, especialmente para mercados externos, derivaría en más puestos de trabajos, más jornales, más movimientos en la economía de la provincia y, por lo tanto, más beneficio para productores y quienes prestan servicios. “Es una oportunidad para abordar nuevos mercados y crecer con el alcohol, teniendo en cuenta que este año vamos a poder cumplir con el programa bioetanol”, destacó.

Luego, el especialista recordó que en noviembre tuvieron conversaciones con industriales y productores a fin ponerlos al corriente del panorama que está arrojando el actual informe y comentó que al día de hoy “ya se hicieron contratos y hubo fuertes avances en relación a las exportaciones”. Sin embargo, aclaró: “Faltan acciones adicionales. Cuando hay más producción, tenés que mover más frentes de cosecha, el aspecto comercial requiere más esfuerzo y hay que prepararse para una logística que lleva mayor tiempo. Y falta justamente ese esfuerzo adicional para aprovechar el potencial el productivo”.

Por último, pensando en la incidencia de la agroindustria de la caña en la economía provincial, dijo que la actividad logró despegarse del citrus (que pasa momentos difíciles) y consideró que “Tucumán necesita mucho de la caña para tratar de equilibrar su economía. El citrus tiene que reconvertirse, adaptarse a nuevas condiciones, y por eso es bueno que la caña funcione lo mejor posible, ya que cubriría, en cierto punto, el bache que genera la actividad citrícola".